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Encuentro de Francisco de la Puente, presidente de APCAS, con Javier Aparicio,
Senior Advisor & Partner en Addactis
Javier Aparicio lleva más de cuatro décadas trabajando en el sector desde que finalizó sus estudios de
actuario. Ahora, desde su posición de Senior Advisor en Addactis comparte con Francisco de la Puente,
presidente de APCAS, una interesante perspectiva de la evolución del seguro durante estos cuarenta
años al tiempo que analizan la irrupción de la inteligencia artificial en la industria aseguradora en
general y en la Pericia, en particular, donde la experiencia del profesional es incuestionable.
PERICIA.- ¿En qué creéis que ha evolucionado el sector? ¿En qué ha sido más o menos po-
sitivo?
JAVIER APARICIO.-El Seguro ha evolucionado mucho desde que yo entré a trabajar en el
año 81 y, si bajamos el foco, la profesionalidad de quienes vivimos del mundo del Seguro
ha evolucionado enormemente a mejor. El sector se ha tecnificado muchísimo y creo que lo
digo con conocimiento de causa porque hace 40 años muchos profesionales no éramos ver-
daderos expertos en seguros. El asegurador se ha especializado mucho. Sin embargo y qui-
zá, por entrar en un tema de debate, a pesar de que llevamos 40 años hablando de poner
al cliente en el centro, este lleva en el mismo sitio todo este tiempo. El cliente apenas se ha
movido. Hablamos de customer centric, de que el cliente es lo primero, todo por el cliente,
la experiencia de cliente... En este sentido decimos haber cambiado y no lo hemos hecho
tanto. La empresa aseguradora sí se ha sofisticado; cada vez hay menos distancia con el
mundo asegurador anglosajón, que siempre me ha parecido el más profesional; le sigue a
la zaga el sector europeo continental. Tras él, el asiático, el latinoamericano y el africa-
no; todos ellos se han tecnificado mucho por la continua migración de profesionales
cualificados, así como estudiantes que buscan mejor formación generalmente
en Europa y EEUU, regresando muchos de ellos a sus países de origen.
En cuanto a la inteligencia artificial, existe también desde hace muchos
años, pero ahora algún listillo ha dicho “esto tiene que ver con las
correlaciones que veíamos en clase, con los modelos predicti-
vos”. Una anécdota: mi cuñado, que era catedrático y direc-
tor de Departamento en la Escuela de Telecomunicaciones
en la Universidad de Cantabria, decía que la IA es intrínse-
camente una falacia porque la inteligencia por definición no
puede ser artificial.
Yo soy actuario de seguros y un actuario sin datos no es na-
die. La clave es la cantidad gigantesca de información que
manejamos y la velocidad de su procesamiento. Y os pongo
nuevamente un ejemplo: En el año 86 yo era jefe técnico de
Vida de Aegon y recuerdo haber sugerido que informatizára-
mos los datos de las miles de solicitudes del Ramo de Vida;
disponíamos de montañas de datos y otros parámetros muy
valiosos para valorar estilo de vida, salud y otros factores
clave que podrían haber servido para determinar -como hoy
se lleva a cabo- mediante modelos lineales generalizados la
esperanza de vida del asegurado con mayor precisión y con