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perito
Libertad por y además...
cielo y mar
Empecé a navegar de niño en pequeñas embarcaciones, tanto a vela como
a remos, en el Mar Menor. Posteriormente, navegaba con amigos que tenían
barco. Por aquel entonces obtuve mi primera licencia de Patrón de Embar-
caciones de Recreo a la que siguió, dos años después, la de Patrón de Yate.
Mi rumbo por el mar continuó para obtener la licencia de Capitán de Yate. El
hecho de que siguiera formándome en cursos profesionales de Buques de
Pasajes (RO&RO), Básico de Marinería y Avanzado de Radio, convirtió esta
afición en parte de mi profesión.
En cuanto a volar, siempre estuvo dentro de mí. Era una pasión que crecía
gracias a que personas muy cercanas la tenían como profesión. Mi entusias-
mo y admiración se incrementaban día a día. Es más, yo diría que es mi
vocación frustrada.
Obtuve la licencia de piloto hace unos cinco años y, desde entonces,
aprovecho para volar todas las semanas haciendo vuelos de ida y vuelta en
el día por las provincias y las comunidades cercanas: Jaén, Almería, Alicante
y Castilla-La Mancha. Tener la licencia de piloto me ha facilitado obtener la
de piloto de dron, que me posibilita realizar trabajos aéreos no tripulados
para la captación de imágenes en siniestros de Diversos, reconstrucciones
de accidentes, además de ampliar la oferta para la observación de cultivos,
mediciones, etc.
Navegar y volar me hacen sentir libertad, aunque de distinta manera. El
mar me aporta serenidad y paz, mientras que volar me da una sensación
de placer indescriptible. Es como un reto conseguido. Durante el vuelo se
pueden llegar a disparar las emociones, te mantiene los sentidos muy alerta
a todo lo que ocurre y de forma mucho más intensa en el momento del des-
pegue y del aterrizaje. Ahí, la concentración debe ser máxima.
Todas estas experiencias me han aportado mucho en cuanto a conoci-
Javier Jiménez mientos técnicos para ejercer como comisario de averías y como perito es-
(Murcia, 1958) pecialista en embarcaciones de recreo, ya que los conocimientos adquiridos
y la práctica, tanto a vela como a motor, me permiten conocer perfectamente
es Perito de Seguros y Comisario el funcionamiento de todos los sistemas y elementos, que, sumado a mi
de Averías. Además, es graduado formación técnica, me facilitan la labor pericial.
en ingeniería, Máster en Ingeniería
Ambiental y diplomado en Investi- Desde 2019 soy Inspector Técnico FIVA, o lo que en FIVA denominan Scru-
gación de Accidentes de Tráfico. Su tineer, que me habilita para poder emitir el informe de las tarjetas de iden-
actividad pericial comenzó en 1982 tidad FIVA (tarjeta que se usa para clasificar y datar los vehículos históricos,
dentro de un gabinete que contaba sobre todo, en rallies internacionales). Mi labor en este caso consiste en
con personal muy cualificado. Una realizar una inspección técnica para verificar que el vehículo cumple con el
experiencia que le valió para en código técnico FIVA y corresponde a su especificación declarada, de manera
1987 crear su propio gabinete, que que asegura su autenticidad. Esto me permite ver y probar coches de en-
continúa dirigiendo actualmente
con un equipo multidisciplinar com- sueño.
puesto por 24 personas. Es asociado Mi afición o adicción por los clásicos me ha traído el conocer a mucha gen-
de APCAS desde 1982, donde ejer- te interesante, poder contemplar colecciones privadas y, sobre todo, disfrutar
ció el cargo de secretario de la OP de de los coches clásicos con grandes amigos. Actualmente tengo el Abarth 850
Murcia durante dos mandatos.
TC, una Vespa 50 del año 1965 (que perteneció a mi padre) y un Mercedes 300
SL (R-129) 24 válvulas con cambio manual, de los que disfruto con mis hijos,
que ya son grandes aficionados.
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