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tribuna













                                         UNA HISTORIA DE


                                       LA PROFESIÓN MÁS



                            EMOCIONANTE DEL MUNDO





                                                  “Ayudamos a personas, familias y
                                                  negocios a recuperarse tras una pérdida.

                                                  ¿Hay algo más gratificante que eso?”





                                                  toda la instalación estaba cubierta de   neamente y sin la más mínima duda
                                                  hollín con un olor a acero quemado,   respondió:
                                                  plástico  y carbón que inundaba el   - Soy la persona más afortunada
                                                  aire.  Sin embargo, Anna no estaba   del mundo.
                                                  sola allí. De hecho, estaba acompa-
                                                  ñada por su padre, quien estaba tra-  Sorprendidos  por  su  respuesta,
                                                  bajando en ese momento. Su padre   abrimos bien los ojos y continuamos:
                                                  era un perito de siniestros y un exper-
                                                  to en reclamaciones que había sido   - ¿Y por qué es eso, por favor?
                    STAVROS DIMOPOULOS,           designado por la compañía de segu-  De nuevo, la respuesta vino como
                      Presidente de FUEDI         ros que cubría las pérdidas del in-  una ráfaga de una escopeta automá-
                                                  cendio en la fábrica para examinar e
                                                  investigar el incidente. Los recuerdos   tica:
                                                  de Anna son un poco confusos ahora,   - Ayudamos a personas, familias y
                                                  pero recuerda claramente a su padre
                Érase una vez una niña pequeña lla-  excavando detrás de una máquina   negocios a recuperarse tras una pér-
                mada Anna. Por naturaleza, era curio-                              dida. ¿Hay algo más gratificante que
                sa y aventurera, ansiosa por explorar   procesadora de calzado, levantando   eso?
                                                  algo que parecía los cordones de sus
                el mundo, aprender cosas nuevas y
                adquirir un montón de nuevas expe-  zapatos (muchos años después se   Nos quedamos sin palabras du-
                riencias.                         enteró de que este “cordón” se llama   rante unos segundos, con la boca
                                                  cable o alambre) y rascándose la bar-  abierta, los ojos muy abiertos y una
                  A  la tierna edad de seis  años,   billa con aspecto muy preocupado.  expresión en el rostro como si nos hu-
                Anna se encontró en una situación                                  biera golpeado un tren antes de po-
                que la mayoría de los niños de su   Anna no entendía mucho en ese   der continuar nuestra conversación.
                edad describirían como traumática y   momento, pero ese fue el punto en
                preferirían enterrarla en lo más pro-  el que se plantó la semilla. Años des-  - Danos un ejemplo.
                fundo de sus mentes.              pués, cuando completó sus estudios
                                                  como ingeniera y estaba explorando   Fue lo único que logré preguntar.
                  De hecho, se encontró en medio   sus opciones de carrera, decidió se-
                de una fábrica quemada, cuyo techo   guir los pasos de su padre y conver-  - Después de visitar una casa que
                se había derrumbado, creando una   tirse también en perito de siniestros.  había sido severamente dañada por
                escena aterradora. La escena incluía                               el agua y el lodo que la cubrieron du-
                trozos afilados de  vidrio roto en el   Hoy en día, Anna tiene cincuenta   rante una lluvia torrencial que inundó
                suelo, un peligro para cualquiera   años y le preguntamos cómo se sien-  toda una ciudad. En ese momento
                en las cercanías. Todo estaba sucio,   te al ejercer esta profesión. Espontá-  había completado la encuesta y esta-




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