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ajustando, cambiando, alterando o simplemente algún músico carismático que la utilice para ver la
viendo una guitarra eléctrica, en vivo, en casa, en viabilidad de implementar ese material y customi-
revistas, en foros, presentaciones… zarlas según esos criterios, que no tienen que ser
Y con el tiempo, la afición (que viene de peque- comunes a otros.
ño, junto al navegar) tira… y uno va entrando en Y con el tiempo, si uno sigue enamorado de la
la historia de cada marca, de los modelos más em- pieza, pues eso, se queda por casa, a la vista y al
blemáticos, de los componentes, la electrónica y un servicio de los momentos de rock que a uno le que-
abismo de equipos, detalles, materiales, pinturas, dan, y si no (y esa es la línea roja) vender la guitarra
acabados… es de locos. sin reparos –¡pragmatismo y practicidad! – y a por
Y tras cada guitarra, existe un mundo a medi- otra. Bromas al margen, si el GAS pasa a ser Dióge-
da… la customización: variables para aplicar a una nes, salimos del hobby para entrar en la enferme-
guitarra para mejorarla, estética y funcionalmente. dad diagnosticable.
Mi afición actual es la de buscar alguna guitarra Bueno, pues este es mi “…y además”, engancha-
que me encante (y a precio asequible, claro). ¡Oh, sí! do a las guitarras eléctricas, ¡qué le vamos a ha-
La búsqueda ya es un inicio vicioso por excelencia cer…! y si existen tasadores y expertos en arte para
en el GA. Encontrarla, desmontarla, saber un poco poder emitir informes de estado y condición, o para
de su historia (más del modelo en cuestión que no peritar valores pactados por piezas de arte… quién
de la pieza), informarme de qué componentes usa sabe…