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perito y además
Fernando Vicario Méndez
Cursó el Postgrado de Perito de Incendios y Riesgos Di
versos de INESE. Asociado a APCAS desde 2010, ejerce
desde el año 2007 y en la actualidad dirige Tasaperita
ciones Técnicas Méndez, S.L.
Entrenador de baloncesto
Recuerdo que con 5 años, estando en el colegio de los Hnos. Maristas de Talavera de la Reina, donde estudié, mis padres
me apuntaron a clases extraescolares de baloncesto y desde entonces hasta ahora, a mis 38 años, no he parado de jugar, y
espero poder hacerlo muchos años más. A los 18 años, comenzando mis estudios de Informática de Gestión (ya en Madrid),
un amigo me ofreció entrenar a un grupo de chavales de 10 años para sacarme un dinerillo en un colegio cerca de mi casa
en Chamberí. Aunque la cosa comenzó como un hobbie, aquella temporada me saqué el título de Monitor de Baloncesto.
Mis primeros años en el mercado laboral fueron, evidentemente, en el mundo de la informática, simultaneándolo con el
deporte, tanto de jugador como de entrenador. La verdad es que mi tiempo libre giraba, como siempre, alrededor de can
chas de baloncesto. Posteriormente, la informática me ha dado la oportunidad de residir fuera de Madrid y conocer sitios
como Barcelona, Nueva York, Liverpool, Leeds, Sopot (Polonia) o Lisboa. Aproveché estas estancias para ver cómo se vive
el baloncesto en otros países. Obviamente, la experiencia americana fue inolvidable. En Nueva York tuve la oportunidad
de jugar a “otro” baloncesto, más físico, menos táctico, más individualista. Se trataba de una pequeña liga local, pero la
gente se lo tomaba bastante en serio.
Por azares del destino, en 2007, mientras hablaba con dos familiares del mundo de la Pericia (mil gracias, Ángel y Paco)
decidí, con su ayuda, hacerme un hueco en la profesión. Tras más de 8 años aquí sigo. ¿Durante todos estos años qué
ha pasado con el baloncesto? Realicé los cursos necesarios y actualmente soy Entrenador Superior y Entrenador FIBA.
He desarrollado la mayor parte de las últimas temporadas entrenando en la cantera de un club ACB, donde he tenido la
oportunidad de compartir cancha con grandes entrenadores, que actualmente se sientan en banquillos profesionales o de
selecciones nacionales, y tratar con jugadores que hoy en día se dedican profesionalmente a esto de la canasta.
¿Y qué ha pasado conmigo? Entreno a un fantástico grupo de chavales salidos de aquella cantera en divisiones auto
nómicas madrileñas con muchas aspiraciones y ganas de seguir aprendiendo.
Durante todos estos años compaginando mi profesión con mi afición me he dado cuenta de que nuestro trabajo no di
fiere tanto de lo que hace un entrenador de un equipo: necesitamos mucha mano izquierda para poder manejar situaciones
que implican a otras personas, y esa capacidad que se nos presupone debe estar basada siempre en conceptos teóricos,
conocimientos, sabiduría, experiencia… pero también en otros factores como la empatía. Por encima de todo, y más des
pués de haber sido jugador, como entrenador tienes que saber cómo le puedes decir ciertas cosas a un jugador y en qué
momentos. Esta parte se asemeja bastante a esas ocasiones en las que tienes que decirle a un asegurado, por ejemplo, algo
que es posible que no le guste escuchar, y utilizar la psicología y la asertividad para comunicárselo.
“Para comunicarnos de manera efectiva, debemos darnos cuenta de que todos somos diferentes en la forma en la que
percibimos el mundo, y usar este conocimiento como guía para nuestra comunicación con los demás”. (Anthony Robbins)
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